MENORCA, EL PEQUEÑO PARAÍSO MEDITERRÁNEO
El primer motivo para visitar la isla de Menorca son sus playas maravillosas y su cálido sol de verano. Con doce horas de sol diarias y sus más de cien playas, Menorca es uno de los mejores destinos del mediterráneo para disfrutar del mar y actividades al aire libre.
Arena blanca, aguas azul turquesa, acantilados de roca caliza... Con esta apariencia tropical se caracterizan muchas de las casi cien playas vírgenes distribuidas por toda su costa, en las que se puede disfrutar pura y aisladamente de la naturaleza.
CIUTADELLA, CIUDAD SEÑORIAL DE MENORCA
Ciutadella fue durante muchos años la capital de Menorca. Toda la ciudad tiene edificios de interés histórico y cultural en un estado de conservación muy bueno: Catedral, palacios, casas señoriales...
Pero, su lugar más emblemático es su encantador puerto, a lo largo del cual hay decenas de bares y restaurantes con terrazas donde se pueden comer las mejores especialidades menorquinas. Además, en las dos bajadas que le dan acceso, hay tiendas y tenderetes donde venden productos artesanales y únicos de la isla.